viernes, noviembre 15, 2019

miércoles, octubre 23, 2019

Acerca del contacto


Qué hay que entender por un contacto suave, firme y parejo?
Primero hay que decir que  los conceptos de equitación están todos relacionados y que definir cada uno depende de los otros porque se trata de un sistema.
En la imagen se muestra una tabla de entrenamiento que trata de ilustrar cómo deberia ser la progresión del adiestramiento, o también cuáles son los pilares fundamentales de la construcción de un caballo domado.
Hay que decirlo también, que no todos aceptan este esquema pero nos sirve como referencia y funciona, como decíamos, de modo que un concepto de la escala supone a los anteriores.
En la base está la regularidad o el ritmo.  Si bien no es el mismo concepto tomemos en general que lo básico es que los aires del caballo sean regulares (que el caballo no descomponga el aire) y mantenga un ritmo... si es tango, tango... si es cumbia, cumbia.
Lo que sigue es la soltura... y también otras ideas relacionadas como relajación y flexibilidad. Se trata de que el caballo se muestre natural y permeable.
Lo tercero es la impulsión o voluntad de avanzar.
En cuarto lugar aparece el contacto.
Primero es interesante ponerse a pensar qué significa contacto. En una versión en inglés el concepto es "conexión"...
En este sentido, contacto es que todas las partes del caballo estén conectadas y que todos los elementos observados hasta aquí estén actuando armonicamente.

En general se suele confundir la idea de contacto con la conduccion de la mano y la relación de la boca del caballo con la embocadura. Lo que ocurre es que la boca del caballo es el síntoma de como está el contacto.

Entonces: un contacto suave, firme y parejo quiere decir que el caballo marcha suavemente con soltura, con firme voluntad de avanzar y con regularidad.

Una observación más... la relación de la boca del caballo con la mano del jinete es un aspecto diferente que a veces se confunde con la idea de contacto.
En el desarrollo del entrenamiento el caballo pasa por un momento donde busca apoyarse en la mano como si necesitara ayuda para no perder el equilibrio. Este apoyarse se va corrigiendo hasta alcanzar el nivel de equilibrio que ya no necesite del apoyo. El fin de una doma es que las riendas puedan ir colgando y el caballo sea capaz de llevarse por si mismo.

martes, octubre 22, 2019

Educar, entrenar, adiestrar o domar?

Se educa, entrena o adiestra un caballo?
Mucho depende de qué contenido le demos a los conceptos de educación o adiestramiento...
Para hacer una diferencia yo prefiero el término doma porque me parece más dialéctico.
Supone la interrelación entre las dos partes y el consecuente cambio de cada una.
En la educación o adiestramiento la cosa está planteada en términos de un sujeto educador o adiestrador y un objeto que será acondicionado. En esta relación el sujeto permanece siempre igual a si mismo y el objeto es el único que debe cambiar.
En la doma, el hacer doméstico, incorporar al domo, la casa, supone que ambos lados de la relación cambian... el lobo deja de ser lobo y se convierte en perro y el hombre hace propias ciertas facultades del perro.
Domar un caballo supone desde luego provocar un cambio en el caballo pero también en nosotros porque una vez que el caballo entra en nuestra casa ya no somos los mismos.

viernes, septiembre 13, 2019

miércoles, septiembre 11, 2019

martes, junio 25, 2019

Las domas etológicas y la sociedad del control


Para aquellos que creen que la filosofía no tiene una proyección práctica sugiero que consideren lo que Foucault señala como el pasaje de las sociedades disciplinarias a las sociedades de control y lo transporten al ámbito de la práctica ecuestre.

No hace mucho que el concepto de disciplina era el que regía no sólo como modelo ejemplar de comportamiento sino que, de manera más amplia, se imponía para toda práctica. Toda actividad era en sí una disciplina y aún hoy heredamos este concepto para referirnos a la equitación en general y sus “disciplinas” en particular.

El rasgo por excelencia de toda disciplina es el acondicionamiento del cuerpo: la milicia, los deportistas y los alumnos aprenden a formarse y a gobernar sus cuerpos bajo un régimen riguroso de repeticiones y entrenamiento forzoso marcado por el ritmo implacable de un instructor.

Si bien este modelo perdura (en especial en lo que al acondicionamiento del cuerpo se refiere en virtud de dietas, gym y estéticas) está eclipsado por otro criterio que aparece en primer plano y hace gala de cierta emancipación; nos hemos liberado de ciertas constricciones morales que nos apretaban y ahora andamos en zapatillas.

A modo ilustrativo para comparar aquel modelo disciplinante con un régimen de control se puede decir, por ejemplo, que al momento de diseñar una plaza los senderos por los que habrían de transitar los caminantes para no pisar el césped ya no se trazan sino que se dejan librados al uso espontáneo de la gente, de tal modo que, al cabo de un tiempo, el libre albedrío acaba diseñando senderos bien determinados.

Probablemente nos sintamos más cómodos eligiendo nuestro camino en lugar de vernos obligados a circunscribirnos a lo que manda un rector; el constructivismo pedagógico hace gala del beneficio que reporta que cada uno haga su experiencia desde cero sin verse constreñido a repetir insensatamente las tablas de multiplicar. Tenemos la sensación que tomamos decisiones según nuestro arbitrio y antojo pero estas conductas ahora encajan en patrones estadísticos que resultan mucho más eficientes a la hora de predecir nuestros movimientos.

Paradójicamente, en la sociedad disciplinaria la respuesta indisciplinada era imprevisible, en la sociedad de control no hay respuestas imprevisibles, todas están catalogadas estadísticamente y se considera que las manifestaciones aberrantes o extremas no afectan al término medio que hay que fomentar.

Ahora veamos cómo se lee esto en las prácticas ecuestres, más particularmente en lo que concierne a la doma e iniciación de los caballos. La tradición era y es marcadamente disciplinante. Sólo alcanza con echar una lectura a cualquier manual de equitación y tanto lo referido a la compostura del jinete como lo que tiene que ver con la ejecución de los ejercicios que realiza el caballo, todo aparece puntualmente detallado. Pero en particular el fundamento del éxito se basa en la necesidad del entrenamiento gimnástico y la repetición que son, como vimos, rasgos evidentes del orden disciplinario.

El cambio de paradigma introdujo la novedad de los manejos etológicos avalados por un imperativo moral y ético insoslayable: no dañar al animal, respetar su naturaleza y libertad. Principios que nadie en su sano juicio se atrevería a objetar.

Ahora bien, sin duda se ha ganado mucho en lo que al buen trato del caballo se refiere pero nadie (o muy pocos y alguno de ellos con un celo excesivo que lo vuelve aberrante) ha reparado en cómo la proscripción de lo disciplinante ha sido la puerta de entrada del control.  Los nuevos manejos replican este cambio de lo disciplinante por el control: se “maneja” el caballo en libertad (vaya eufemismo) pero nadie se monta un caballo sin tener la certeza de tenerlo bajo “control”. Se reemplaza un hierro en la boca por una hociquera y a pesar de saber que donde actúa la hociquera hay una infinidad de terminaciones nerviosas muy sensibles, luce más respetuoso que un bridón. Se intimida al caballo con cataratas de plásticos y fanfarrias de ruidos hasta aturdirlo pero es nada más que desensibilización para su propia seguridad. El caballo como una mosca atrapado en la red de la araña. Y si bien la palabra “liderazgo” ya ha sido puesta en el banquillo de los acusados, todavía está vigente bajo formas paliativas que tratan de reformular el concepto pero no la realidad.

Pero a qué apuntamos? Estoy convencido que, sin violar los mandatos éticos, al caballo hay que abordarlo garantizándonos un margen de seguridad tanto como que para llevar adelante algunas prácticas especificas hay que imponerse uno e imponer al caballo disciplina y control.

El ejercicio crítico que nos propusimos consistió en revisar cómo en la iniciación del caballo se ha dejado la disciplina rigurosa para asumir ahora una responsabilidad ética supuestamente más armoniosa. Y al mismo tiempo hemos trazado un hilo conductor subyacente con el que comparar la política de la doma con la política de nuestra sociedad. Como dije, considero siempre necesario un orden ético al que atenerse porque no hay libertad sin responsabilidad pero es igualmente necesario hacer la crítica de aquello que se difunde como reformista y progresista mientras no hace sino perfeccionar los sistemas de vigilancia y sumisión a un liderazgo. Hemos pasado de una sociedad a otra, de la disciplina al control; en estas líneas no se puede tan si quiera indicar la serie de implicancias y alcances de estos cambios y mucho menos hacer un balance. Es posible que nos sintamos más cómodos sin uniformes pero no parece que eso sea representativo de una mayor libertad porque, y esto es lo que quiero destacar, el argumento de la libertad es falaz, solo viene a homologar la racionalidad del liderazgo bajo la forma del control y de una moralidad persecutoria. Ahora somos más libres pero sometidos a mandatos morales intransigentes mucho más estrictos que cualquier disciplina.

jueves, junio 20, 2019

miércoles, mayo 15, 2019

Repercusiones públicas de una primera monta

ver video en
https://www.facebook.com/alejandrojghernandez/videos/10210279658334988/


No es la primera vez que pasa pero ahora puede sacar una conclusión.
Si uno muestra una primera monta de un caballo relajado las opiniones van entre la desconfianza de que realmente sea la primera vez o el comentario desencantado que dice "ahh... pero salió mansito".
Parece ser que la doma para poder ser apreciada debe mostrar un momento de tensión, la evidencia de un riesgo que implica un desafío cuerpo a cuerpo, una lucha y la consumación de una victoria del jinete sobre el caballo.
La doma sigue siendo para muchos como dicen los americanos "to brake", quebrar y si no se escucha el ruido cuando se vence la voluntad del animal no sirve.
La violencia no está en el maltrato, golpear o aplicar técnicas agresivas, la violencia sigue estando en nuestra manera de entender.

martes, mayo 07, 2019

Transiciones al alto

En estos videos se puede ver el trabajo de las transiciones al alto. Primero a la cuerda usando la posición del cuerpo (trote y galope), luego con dos cuerdas tratando de hacer uso de la rienda externa y finalmente montado.







sábado, marzo 23, 2019

De los espejos

La equitación como vínculo con el caballo supone la voluntad de cambio a partir de uno mismo como un otro...  Por eso en todo picadero es necesario un espejo.

martes, febrero 05, 2019

Un poco de espalda adentro

Con Aramis Cool flexión lateral y espalda adentro.


jueves, enero 24, 2019

El sentido de oportunidad en la doma







Hay infinidad de técnicas que se pueden enseñar o transmitir pero sin embargo en el arte de la doma y la equitación la suma de todas las técnicas no siempre resulta en una práctica de excelencia.
Ayer, un amigo filósofo me recordó el concepto de oportunidad que los griegos llamaban kairos. Lo primero que sabemos de la oportunidad es que la pintan calva por lo difícil que es atraparla.
Si pensamos en la doma, la oportunidad es una idea clave pero no es de aquellas que se pueden enseñar. Se le puede decir a alguien que esté atento a la oportunidad, se le puede indicar: "Ahora!" cuando es el momento más favorable para aplicar una ayuda, pero darse cuenta por sí mismo cuándo es el momento oportuno para actuar (o no actuar) depende del desarrollo de la intuición.
Como el arte del buen fotógrafo que captura el momento del gesto preciso que expresa un sentimiento o la singularidad de la escena porque reúne en ese instante todos los elementos conjugados en sintonía para un resultado perfecto.
Una intuición que no es lo que comunmente conocemos como espontaneidad irreflexiva sino algo así como un sentido extra que se desarrolla recogiendo todo el conocimiento, toda la experiencia y la sensibilidad.


Resolver con arte el momento de actuar o no actuar, aumentar o ceder en la presión, comprender si el caballo está con nosotros o aún desconfiado, que las ayudas de nuestro cuerpo sintonicen con el equilibrio del caballo... capitalizar el momento de relajación o de la pausa reconociendo los gestos del caballo cuando hace su mejor esfuerzo por entender lo que pedimos... todo ello en un instante en el que debemos decidir nuestro próximo paso.
Todo el recorrido de la doma y la equitación se eslabona a partir de esta serie de decisiones oportunas que a la larga nos permiten cultivar la inteligencia del caballo.
El don de la intuición para captar la oportunidad no se enseña pero es algo que debemos aprender.

viernes, enero 04, 2019

Cuestiones técnicas y flexiones del posterior

Todavía persiste una discusión de contenido ético acerca de si montar a caballo es un abuso sobre los derechos de los animales... creo que es un debate imposible de resolver al menos al día de hoy. 
Por debajo de este principismo moral todavía subyace la discusión sobre la doma tradicional y sus modos violentos de proceder.
A mi modo de ver los caballos son mansos y para incorporarlos a nuestras costumbres los manejos etológicos son muy eficaces y además representan un beneficio en términos de seguridad tanto para el caballo como para el hombre. El caballo gana en confianza y esto redunda en el éxito del amansamiento.
Pero lo que sigue y que especificamente podríamos llamar doma implica un disciplinamiento que ya no puede ser encuadrado bajo términos naturales.
Si bien podríamos discutir largamente sobre qué es natural para el caso no habría problema en conceder que adiestrar y domar un caballo para cualquier disciplina es algo "antinatural"  para el caballo.
Para domar un caballo sin lugar a dudas hay que recurrir a una serie de procedimientos y entrenamientos que fuerzan al caballo a adquirir ciertas habilidades y quedar sometido a la voluntad de quien lo maneja.
En este renglón todavía se dan diferentes métodos atravesados por las discusiones que venimos reseñando. Hay un entrenamiento clásico basado en relaciones físicas de fuerza y equilibrio y un entrenamiento conductista basado en actos reflejos que actúan a nivel del sistema nervioso central sin pasar por el cerebelo.
A este nivel de cuestionamiento ya se pueden discutir aspectos más concretos y pragmáticos.
Hay muchos defensores del buen trato del caballo que se inclinan por este tipo de adiestramiento conductista. Hacen ver que con algunos gestos se logra un lenguaje que el caballo comprende y con buena disposición obedece.
El problema no es investigar si hay o no hay violencia física en el condicionamiento. El caso es que el nivel de sometimiento que exhibe el caballo lo hace ver como un autómata sin capacidad de discernimiento.
En contraposición prefiero las técnicas clásicas en las que el caballo todavía puede manifestar disconformidad y hacer pleno uso de sus facultades.
Todo esto que venimos diciendo para llegar a este punto: la discusión o crítica a los métodos tradicionales no pasa por la violencia porque los métodos alternativos ofrecen un panorama inquietante de temor reverencial y rigor psicológico.
Los que defendemos la monta tradicional debemos hacer el esfuerzo de aprender las razones mecánicas y morfológicas que explican y fundamentan racionalmente el adiestramiento del caballo.
Tenemos que poder manejar los argumentos técnicos que llevan a un caballo a expresar toda su belleza y potencial genético.
No hay pues que oponerse a lo racional... la racionalidad está de nuestro lado.